¡10 días sin escribir una pequeña nota en esta bitácora! ¿Me habrán abducido? No exactamente. La semana pasada y esta he estado ocupado con la organización de dos ciclos, uno de divulgación científica y otro de escepticismo, dentro de las actividades del Círculo Científico de Canarias.
Hablando de círculos, este fin de semana encontré un hueco para ver Señales, la película del director del Sexto Sentido. Como medio mundo desarrollado sabe, parte de la trama está centrada en los círculos aparecidos en campos de cereales. Incomprensiblemente, el domingo, El País Semanal se descolgó con un artículo en el que dan crédito a las teorías peregrinas que defienden un origen extraterrestre. Afortunadamente, Luis Alfonso Gámez ha publicado un monográfico escéptico sobre los círculos en la web de ARP-Sociedad para el Avance del Pensamiento Crítico:
«Con lo paranormal, ocurre lo mismo que con la programación televisiva: cuando uno piensa que ya ha alcanzado las más altas cotas de estupidez, siempre le saca de su error una nueva revelación que supera lo que hasta ese momento parecía insuperable.»
«Lo que me fascina son los mitos y el folclore que han surgido alrededor de los círculos», afirma John Lundberg, quien no se considera un bromista, sino un artista. Los sucesores de Bower y Chorley utilizan ordenadores para sus diseños, pero los trasladan al campo con los mismos útiles que sus maestros: cinta de agrimensor, tablones, cuerdas, brújulas, linternas.»