Hace justo un año y unas semanas desde que Luis Ruiz de Gopegui estuvo en Gran Canaria para dar una conferencia sobre SETI y civilizaciones extraterrestres, dentro de un mini ciclo sobre la vida en el Universo. El ex-director de la NASA en España, y también padre de Belén Gopegui (una novelista de prestigio) ha publicado muchísimos libros de divulgación científica. Hace poco comentaba por aquí Hombres en el espacio. En aquel entonces me comentó que esperaba publicar pronto una novela de ciencia ficción.
Poco más supe del asunto, hasta que ayer supe que Gopegui presentaba hoy su novela. Titulada 82 Eridano trata sobre:
«82 Erídano es una narración de ficción científica en la que se cuenta de una manera sencilla y amena, todos los pormenores que rodearían a la llegada de una nave tripulada por extraterrestres a nuestro planeta. Este extraordinario acontecimiento está situado a mediados del actual siglo y sus principales personajes se agrupan en dos bandos: los partidarios -la mayoría científicos- de permitir que los extraterrestres aterricen en la Tierra para que nos enseñen las maravillas de su civilización considerablemente más avanzada que la nuestra. Y los otros -políticos ultraconservadores- que se oponen con todas sus fuerzas a ese aterrizaje con el convincente argumento de que los invasores siempre explotaron a los invadidos y que nunca les enseñaron nada bueno».
Hoy en día, sigue siendo popular la idea de que los extraterrestres nos visitan, a modo de ángeles protectores o de científicos chiflados (ahí tenemos a programas como Planeta Encantado). Gopegui es conocido por ser muy escéptico con respecto a proyectos SETI. Si existen civilizaciones inteligentes, deben estar tan lejos de nosotros que jamás seremos capaces de comunicarnos con ellos. A modo de redención intelecual, Luis ha recreado cómo sería un encuentro extraterrestre.
La estrella 82 Eri de la constelación Eridano está situada a 20 años luz y es de tipo similar al Sol. De momento no se le conocen planetas extrasolares, pero su zona habitable es similar a la del Sistema Solar, por lo que quizás podría albergar planetas como la Tierra.
En la página de la editorial se encuentra en formato PDF el segundo capítulo. Si todo sigue como lo expuesto, la trama ideada por Gopegui se sitúa en la línea de ciencia-ficción dura, sin excesivas concesiones al aspecto dramático... aunque con tan pocas páginas no puedo decir mucho más. Uno más a añadir a mi cartita de los Reyes Pagos ;)
Ya he leído 82 Erídano, y si no comento algo, para demostrar lo listo que puedo ser, claro, reviento.
Al final del libro calculan que la nave consume 16´4 trillones de julios en su viaje, y he calculado que hay que obtenerlos de la desintegración de 180 kilos de materia. Un reactor con un rendimiento del cien por cien necesita eso, 180 kilos de materia, y uno con un rendimiento del uno por ciento, pues cien veces mas: 18 toneladas, que tampoco es tanto.
en fin, no parece tan gastoso el viaje una vez que sabes como desintegrar materia.
Por lo demás es un libro muy interesante en cuanto a que enseña la gran cantidad de limitaciones que tendrían unos hipotéticos viajeros espaciales.
Gracias por el comentario, Pérez. El segundo capítulo, que es el que está en PDF, me recordó en ocasiones a Contact y en ocasiones a Cita con Rama (a ver si encuentro el libro en las librerías de la isla).
No voy de acuerdo con su foema de pensar porque me toco ver a 4 naves pequenas alrededor de mi casa als 4 de la manana y a 8 metros de alrura davan bueltas sobre su un imaginario eje y eran de 3 metros de ancho por 2 de alto