Ayer, la Unión Astronómica Internacional publicó una circular en la que se informó de la aprobación del nombre del objeto transneptuniano 2003 UB313, hasta ahora conocido con el sobrenombre de Xena. Según dicha nota, el antes candidato a décimo planeta, pasa a denominarse (136199) Éride y su luna, Disnomia.
«Siguiendo un acuerdo casi unánime del Comité de Nomenclatura de Cuerpos Menores y el Grupo de Trabajo de Nomenclatura de Sistemas Planetarios (consultando al equipo de descubrimiento), el Comité Ejecutivo de la UAI acaba de aprobar los nombres Éride para (136199) y Disnomia para su satélite (136199) Éride I [anteriormente S/2005 (2003 UB_313) 1; cf. IAUC 8610]».
La Wikipedia ya refleja la denominación oficial del planeta enano Éride. También tiene información sobre la diosa grecolatina Éride:
«Eris o Éride es la diosa de la discordia, llamándose así en la mitología romana, Discordia. Su opuesta en la mitología griega era Harmonía y en la romana, Concordia».
«Por su parte la maldita Éride (Discordia) parió a la dolorosa Ponos (Pena), a Lete (Olvido) y a Limos (Hambre) y al lloroso Algos (Dolor), también a los Combates (Hysminai), las Batallas (Malchai), las Matanzas (Phonoi), las Masacres (Androctasiai), los Odios (Neikea), las Mentiras (Pseudea), las Ambigüedades (Amphillogiai), a Disnomia (el Desorden) y a Ate (la Ruina y la Insensatez), todos ellos compañeros inseparables, y a Horcos (Juramento), el que más problemas causa a los hombres de la tierra cada vez que alguno perjura voluntariamente».
Teniendo en cuenta la polémica que su descubrimiento generó sobre el estatus planetario de Plutón y sobre la definición de planeta, se me antoja una elección bastante irónica.
«Dysnomia is the Daimon spirit of lawlessness. She is the daughter of Eris, goddess of chaos and strife, and the counterpart to Eunomia who puts an end to the anger of grievous strife».
Recordemos que la actriz que hacía de la princesa guerrera Xena se llama Lucy Lawless.
Víctor pasa de puntillas por un problema terminológico que tenemos que resolver ahora, o corremos el riesgo de equivocarnos para siempre. Es trata de la elección entre Eris y Éride. La opción correcta es Éride, y paso a explicarlo un poco a vuelapluma. No tengo manuales y diccionarios a mano así que lo improviso un poquillo, se podría afinar más.
Los nombres en castellano proceden en su mayoría del genitivo latino, no del nominativo. Cosas de la lengua. Se ve que los bárbaros ibéricos romanizados tenían un sentido de la posesión muy desarrollado (es de suponer que sobre todo en Ampurias) y para ellos todo era genitivo, igual que los indios norteamericanos hablaban siempre en infinitivo (sobre todo en las películas). Pero vamos al grano. Por eso los plurales en castellano se hacen en ese, y no en otras terminaciones. Por ejemplo en toscano (lo que ahora se llama "italiano") suelen hacerse en -i para el masculino y en -e para el femenino. El castellano no es la única lengua románica que se basa en el genitivo más que en el nominativo; también pasa, que yo sepa, en catalán, gallego-portugués, francés y seguramente en otras.
Esto en cuanto a palabras normales. Pero al tomar cultismos, o sea, palabras inventadas por los intelectuales, a veces se siguió la tradición popular de usar el genitivo, y a veces se tomó el nominativo quizá por sentirlo más cercano al concepto "desnudo", algo absurdo porque un caso da igual que otro, pero en fin.
Pero en fin, por suerte en términos mitológicos no tenemos por qué decidir, ya han decidido los estudiosos por nosotros y lo que hay que hacer es seguir las recomendaciones de los más astutos de ellos. Para Éride parece estándar la designación que proviene del genitivo, y esa es la que se debe usar, y no la que vendría del nominativo, Eris, que probablemente sea la preferida por los ingleses.
Por cierto que esta es justamente la razón de la dicotomía Carón/Caronte o Faetón/Faetonte. Los ingleses dicen Charon y nosotros Caronte: en castellano formamos el nombre a partir del genitivo y ellos del nominativo. Por la misma regla de tres se puede decir Faetonte, o hasta se podría argumentar que sería más correcto, pero la costumbre ya ha asentado el nombre de Faetón, al menos en ámbitos astronómicos, y me temo que no hay quien lo cambie. Pero estamos a tiempo de usar el nombre castizo de Éride, así que vamos a ello. Por cierto que he visto que Javier Armentia ya lo hace bien.
Estupenda explicación, David. La elección de Armentia fue porque él ya había visto que se utilizaba Éride en algún que otro texto. Voy a modificar el texto de la entrada.
Si los nombres astronómicos son mitológicos, entonces lo mejor es ver cómo los usan los estudiosos del tema.
Por cierto que me temo que en mi explicación he confundido genitivo con acusativo, lo tengo que mirar, es lo que pasa por escribir sin ser del tema e improvisando... Si tengo un rato y me aseguro de los detalles, ya mandaré una argumentación más documentada.