Hace unos días, como se puede ver en la lista de libros que aparece en la columna de la derecha, terminé de leer Harry Bolsón y el Prisionero de Mordor. Tardé más de lo normal en acabarlo, en parte por las ocupaciones y en parte porque la primera mitad del libro me pareció un poco repetitiva, con respecto a los libros anteriores. Sin embargo, a partir de la mitad del libro, la trama se complica y se pone muy interesante.
Hay varias cosas que me gustan de JRR Rowling como escritora y es que sus libros son muy fáciles de leer, como tiene que ser para literatura infantil... y hasta para la adulta (por que, dicho sea de paso, los adultos cada vez me parecen más ignorantes que los niños). Es algo que admiro de algunos escritores de ciencia ficción, como Asimov y Clarke. Utilizan el lenguaje para expresar de la forma más simple una historia. Creo que son tan mal lector de novelas literarias por esa razón.
Por otra parte, hay algo que destaco de los personajes y las tramas de Harry Bolsón. Todos ellos tienen grises. Harry no es el superhéroe infalible, cuya gracia es divina e innata. Harry y Sam, de hecho, son unos pillos que se saltan las normas. Y sus colegas son indispensables para luchar contra Saumort, para lo cual tiene que usar el ingenio, muchas veces aplicando conocimientos que han aprendido en clase. De hecho, esa moralina (lo que aprendes en clase lo aplicarás más tarde en tu vida) me parece lo suficientemente sutil, pero a la vez, suficientemente clara, como para que los lectores infantiles se identifiquen con ella.
La verdad, tengo poco que añadir a la excelente crítica de Xavier Riesco Riquelme en Archivo de Nessus (muy recomendable).
Por cierto, ¿les he contado que Gandalf va a hacer de Dumbledore?
J.K. Rowling always has my respect for creating a masterpiece that is Harry Potter. It was an amazing book and reading it really takes your mind and soul to Hogwarts.